jueves, 5 de mayo de 2016

Twenty One Pilots, los esqueletos tienen un nuevo significado.

Bien, retomando el blog nuevamente por tercera vez desde el 2014 hoy hago la tercera entrada del mes y del año, esta vez para hablar de algo loco, desenfrenado y muy esquizofrénico. Y no, no voy a hablar de ningún creepypasta que haya leído recientemente, y a quienes esperen que hable del día de muertos en México, quedará algo decepcionado, o tal vez se lleve un buen sabor de boca. Voy a hablar de música, como es costumbre.


Una de las bandas que más me llamó la atención desde que espiaba a las bandas miembros de la disquera Fueled By Ramen, es precisamente Twenty One Pilots. ¿Estás loco? ?Veintiún qué? Así es, Twenty One Pilots. Pero antes de empezar a hablar de Stressed Out y todo lo que seguramente han escuchado sobre ellos, y apuesto a que es lo único que les ha interesado, debo decir que es un dúo, antes era una banda, pero ahora es un dùo, formado por dos amigos (Actual bromance), Tyler Joseph y Josh Dun, de Columbus, Ohio. Previamente no estaba integrada por Dun, pero estaban Thomas Nick y Chris Salih.
Pero eso no es lo que llama la atención, ni los rumores de la salida de Nick y Salih, ni ninguno de los chismes de la revista Alternative Press, de la que ya han sido portada. Lo que llama la atención es su rápida difusión para el gusto de millenials y la generazión (Escrita así a propósito por Generación Z), lo dinámicos que son sus actos y la revoltura de géneros musicales, como el rock alternativo, rap alternativo, hip-hop, lo-fi, entre otros, cosa que han bautizado algunos como pop esquizofrénico.
Puede que sea una locura, pero se encargaron de abrir el show de paramore en México, hace ya casi tres años, y al ser una banda totalmente desconocida en el país de la bandera de la serpiente y el águila fue sorprendentever su recibimiento por parte del público de aquí, que algunos disfrutaron más que el mismísimo acto principal de paramore. Algunos ya los conocen y los conocen bien, otros no tienen ni idea, pero os diré algunas de las razones por las que se han posicionado en el #1 de la lista Billboard recientemente.

Aquí el momento en el que México se enamoró de ellos

1. Son guapos y muy divertidos.
Tyler Joseph tiene la costumbre de no estarse quieto en un solo lugar y aprovecha cualquier momento para hacer bromas, aunque también lo puede dominar su lado emo. Josh Dun igualmente es divertido, aunque a diferencia de Tyler es un poco más reservado. Lo de guapos lo tienen los dos, y queda claro en que Josh fue novio de Debby Ryan durante un tiempo. Es muy atlético y va al gym. Se pinta el cabello y sus tatuajes son una locura (Para quienes les gusten tatuados, cosa que no es mi caso).




2. Talentosos.
Bien es cierto que el producto final de las canciones tiene un sello característico, lo curioso del asunto es la historia detrás de las canciones, las letras, incluso del nombre de la banda. Las letras del rap, en realidad son poemas escritos por Tyler, quien al no hacerlos coincidir co la música tan fácilmente, se las arregla para rapear a gran velocidad. El nombre de la banda se inspira en un libro llamado All My Sons de Arthur Miller, que trata sobre un hombre que decide hacer lo mejor para su familia, enviando piezas defectuosas para avión  en la Segunda Guerra Mundial, causando la muerte de veintiún pilotos.

3. No se me ocurren más razones, pero espero que escuchándolos y conociéndolos encuentren más. Son muchas razones, pero no sabría describirlas.


En su discografía se encuentra su primer álbum de estudio, homónimo, lanzado en el 2009. Muy oscuro y alternativo. El piano y una voz un tanto nostálgica se hacen presentes a lo largo de todo el álbum. No podría describir lo que escucharán al entrar a Spotify, pero si necesitan escuchar algo en tiempos de bipolaridad, este álbum no tiene pierde. Lo que parece una dulce tonada de piano se vuelve algo épico, similar a Politik de Coldplay con Implicit Demand For Proof, entrada fuerte y de las mejores canciones del álbum. The Pantaloon es la primer tonada alegre y optimista. Apuesto a que Tom Odell se inspiró para componer Long Way Down con Addicted With a Pen, que nuevamente nos pone toscos e insoportables en una bien lograda muestra de que estos chicos saben hacer bien las cosas. En orden creciente del álbum, un clímax se hace presente en Johnny Boy, no sólo en música, sino también en letra, inspirándo a Johnny cuando ya no puede más. Tu enamorada se volverá loca con esta dedicatoria de amor en Oh, ms Believer, que tiene su mente retorcida como la nieve en el camino. Trapdoor es otro punto destacable en el álbum, con un ritmo lento y una letra que no podrás dejar de tararear una y otra vez. A Car, A Torch, A Death se hace presente con un ritmo pausado pero firme, con la misma tonada de piano equizofrénica, porque la canción no se decide, en si es alegre o triste. Taxi Cab pone las cartas sobre la mesa con una mera interpretación esquizofrénica y agridulce, y un rap a la mitad de la canción, un temazo. Podemos seguir con Before You Start Your Day y esa dulce tonada, o finalizar de una vez por todas con Isle of Flightless Birds, que combina toda la esencia del álbum, con un inicio de alguna cítara o clavecín, o sea cual sea ese instrumento medio triste, pero que evoluciona en una melodía cargada de sintetizadores de por medio y finaliza con un outtro épico de piano. Mi recomendación antes de que quieran escuchar el siguiente en lista, Regional At Best, o la reedición que los llevó a la fama, Vessel, pero estos dos merecen una entrada aparte, porque cada uno tiene sus propios detalles.

Espero sea de su agrado esta entrada, y recuerden, a partir de este jueves escribiré una entrada semanal. Lamento no haber podido dar los detalles de un fan acérrimo, aunque espero poder dejar algo de ellos en los que se interesen en escuchar su música. Ni Blurryface aparecerá por aquí hasta el sigueinte post.

Fin de la transmisión.

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