Bien, esta es la entrada de esta semana, se las debía, pero mi laptop falló, lo lamento, y me voy a tomar un respiro para avanzar a través de la historia de una de mis bandas favoritas. Espero que no piensen o tengan la esperanza de que en este post hable de Apologize o Counting Stars, y si esperan eso, están equivocados.
OneRepublic (Típico letrero
informativo de un museo) es una banda formada por Ryan Tedder (el "nuevo
rey del pop", y me queda más que claro) en el 2003, que no se consolidó
bien hasta el 2007 con su primer gran lanzamiento. Si no conoces a OneRepublic,
te recomiendo que visites a un especialista porque debes estar mal del cerebro
o, ya de menos, equivocado de época. Una de esas bandas mainstream, un
poco diferente a otras bandas de su mismo tipo, aunque más comercial que The
Lumineers y que Mumford&Sons, por nombrar algunas de su mismo género. Los
integrantes son Zach Filkins, Drew Brown, Eddie Fisher y Brent
Kutzle, que tocan instrumentos que van desde el teclado, la guitarra, hasta el
violonchelo. Su género va desde el rock alternativo hasta el power pop y
la power ballad, dándose sus aires majestuosos de pop barroco y folk.
Están próximos a lanzar su cuarto álbum, y para eso ya nos dieron una probada cons u primer single, Wherever I Go, y su video musical, que recuerda un poco a Levels de Avicii y que a muchos ha gustado. Para ya no seguir con este drama lleno de tedio e insoportabilidad vamos a
pasar a su discografía.
1. Dreaming Out Loud
Cuando piensas que el 2007 fue un
desastre para la música, siempre puedes rescatar cosas de entre los
escombros. Este es el caso del primer lanzamiento de OneRepublic, planeado y
compuesto, trabajado y mezclado desde el 2003, pero que no vió la luz hasta
cuatro años después. Un trabajo que se supieron montar bien estos chicos. A
veces la crítica es muy dura con lo que reseña, y en este caso, reseñaron
mal. Un álbum cargado de variedad de géneros, oscilando entre el
pop rock, el rock alternativo y el el y místicos sonidos sintéticos, soportados
en su mayoría por un piano, como hizo Coldplay en aquel A Rush of Blood to
the Head, letras con sustento y sentido, con algunas influencias de
Goo Goo Dolls del año 1998 y un parecido con algunas sinfonías de The
Cinematic Orchestra.
Puntos fuertes
- Say (All I Need),
Mercy, Stop and Stare, forman un intro enérgico alternativo y poderoso.
-Goodbye, Apathy es un
encanto y una serie de sonidos sintéticos le llenan de misticismo.
-Prodigal, Won't Stop y Come
Home forman la parte tranquila y explosiva hacia el final, con sonidos
bastante folk.
-El arte del álbum es un encanto
y este trabajo tiene un 9 bien merecido (Aplausos).
Puntos débiles
-La mala difusión hizo que a
todos solo les importara Apologize.
-Algunas de las canciones
como Tyrant y Something's Not Right Here se vuelven
pastosas, tediosas y desesperantes.
-La sobreproducción en algunas
canciones de la edición deluxe y en Apologize
.
Si ponen el arte de la edición normal en negativo, tienen el de la edición deluxe, que contiene algunas joyas extra, que más te vale no despreciar. 2009 es el año en que Black Eyed Peas dominó la industria musical a nivel mundial, pero OneRepublic se la supo montar bien con este segundo álbum, eso sí, un poco hípster para el disgusto de muchos.
A diferencia de su predecesor,
este es mucho más instrumental y sinfónico, incorporando amplios solos de
chelo acompañando al piano y sellando la autenticidad del sonido actual de
la banda. Algunos sonidos remotamente utilizados en lanzamientos de Keane
se incorporan en canciones como Good Life, dejando de lado la
orquesta y llenando de una atmósfera sintética, en una épica combinación synth
pop y new wave que se vuelven a ver en Marchin On, con
aquel pequeño resplandor de la música de Plastilina Mosh y lo que
hiciera Persephone's Bees (Banda rusa, altamente recomendable), con letras más
largas e íntimas, acerca del amor, la búsqueda personal y el aura de
las personas.
Puntos fuertes
-Auténticos himnos aparecen
uniformemente distribuídos para no hacer tan pesado el álbum, con All
the Right Moves y Secrets al inicio, Good Life y All
This Time a la mitad y Marchin On y Waking Up casi al
final.
-Si eres fan del pop
sinfónico y la orquestación, esto te va a gustar.
-Las baladas pop y las
explosiones en el bridge son el punto más fuerte, así que no desesperes si
la canción no evoluciona al inicio.
-Tenemos una evolución en su
sonido desde 2007, haciendo esto más juvenil y luminoso.
Puntos débiles
-En la edición deluxe,
tenemos a Trap Door e It's a Shame, siguiendo el mismo progreso
pasteloso y desesperante que sus equivalentes del álbum anterior.
-Más mainstream y popero que sus
inicios.
-Lullaby es un final nada explosivo
que no debió dejarse ahí. Buena canción, mal lugar.
3.- Native
Quiero empezar diciendo que el 2014 es la decadencia del rock
alternativo, y que, si bien esto ya no aparece como en el oscuro y místico
Dreaming Out Loud, tenemos sonidos bastante brillantes, aunque más
electrónicos, no tan fiesteros, y conserva la línea sinfónica en algunas de
las composiciones. Tenemos el new wave y el revival con
entradas majestuosas de góspel, buena distribución de las
canciones animadas y un pop rock que rescata esa parte rockera de la perdición
en la búsqueda por posicionarse en todas las listas a nivel mundial y coronar a
Ryan Tedder como el nuevo Rey del Pop. Bases sostenidas pero sencillas en
la batería y menor presencia atmosférica y envolvente con los synths, voces
acompañantes que recuerdan a Queen e interludios y contenido sonoro
recordando a Sígur Ròs, esperanzadoras letras llenas de aventura y sentido,
pero ausencia de baladas, limitándonos a escuchar Burning Bridges, que
nos traslada a esos sonidos traídos por Oasis a nuestros tímpanos. Justin Meldal-Johnsen
estaría orgulloso e escuchar este álbum, que introduce los toques que metió en
Heartthrob de Tegan and Sara el año anterior, que no están nada mal para
introducirse de lleno al manstream globalmente hablando. Jimmy Eat World
estaría decepcionado de este cambio, mucho más popero que su
esfuerzo previo a la fama y aclamación mundial.
Puntos fuertes
-Sorprenden, remasterizan,
aceleran e iluminan el sinfónico Waking Up, con If I Lose MySelf,
What You Wanted, Feel Again y Life in Color.
-Good Life tiene una segunda
parte acelerada con Feel Again.
-Si extrañaban Fear,
Apologize y Secrets, tenemos la parte sinfónica en What You Wanted,
Au Revoir y Preacher.
-Lo acústico acelera al mismo
nivel Charlie Brown de Coldplay con I Lived.
-Nuevos sonidos góspel y new wave
en Something I Need te harán enloquecer y no podrás dejar de
tararear.
Puntos débiles
-Si quieres impresionar, sal de
la zona de confort que tienes con Counting Stars, que todos conocen.
-Las pastosas que conducen al tedio
y la matanza esta vez son Can't Stop y Something's Gonna Give.
-Evítenme la pena, no hay baladas,
aunque pueden recurrir a lo más cercano, con las versiones acústicas en la
presentación deluxe.
Espero les guste esta pequeña reseña y les amplíe el panorama más allá de lo que todos conocen sobre ellos, y Apologize y Counting Stars dejen de ser el único motivo por el cual OneRepublic les encanta.
Una recomenación extra, Ordinary
Human, que incorpora la misma línea que This is Your Life de The
Killers y aparece en el soundtrack de The Giver.
Nos vemos la próxima.
Fin de la transmisión.
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